Cuando tenemos una empresa, ésta tiene una actividad principal a la que se dedica. Por ejemplo, si nuestro negocio es el de un restaurante, su core business será cocinar alimentos y proveerles estos a los comensales. Pero cocinar no es la única actividad que compete a un restaurante, también debe contar con mozos, personal de limpieza, un administrador, profesionales que se encarguen de administrar la planilla de trabajadores, alguien que lleve su contabilidad, etc.
Estas tareas que no son parte de la actividad principal del restaurante pueden ser realizadas por profesionales que el dueño del restaurante contrate, o también pueden ser derivadas a una empresa externa que se encargue de ellas. A esta segunda opción se le denomina outsourcing o tercerización de servicios.
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¿Outsourcing o tercerización? ¿Es lo mismo?
Se suele pensar que la tercerización y el outsourcing son términos diferentes, pero en realidad se refieren a lo mismo. En ambos casos una empresa ofrece a otra encargarse de servicios específicos, como los dados en el ejemplo. El outsourcing de contabilidades, por ejemplo, es uno de los tipos de tercerización que más se solicitan en el Perú; y es que de esa manera se evita tener un contador interno, se tiene la tranquilidad de que los asuntos contables se maneja en orden y de la mano de profesionales que cuentan con los recursos y la tecnología necesaria para su trabajo.
¿Cómo el outsourcing o tercerización contable puede evitar el cierre de una empresa?
Hay muchos beneficios que vienen de la mano de la subcontratación. Aunque el que más destaca es el ahorro de recursos y de dinero, también trae mejoras en la productividad de la empresa principal, ya que ésta ahora puede concentrarse tranquilamente en su actividad principal, sin preocuparse por aspectos secundarios, pero necesarios (contabilidad, administración, gestión de planillas, etc.).
Si en el caso de nuestro ejemplo, en el restaurante no se manejara una adecuada contabilidad, se corre el riesgo de que el negocio cierre. Y es que si no hay libros contables y un contador que esté a cargo de ellos, no se puede saber a ciencia cierta cuánto dinero ingresa y sale de la empresa. Este no es el único problema de contar con un solo contador en la empresa, para encargarse de esta tarea; sino que también muchos negocios, en especialmente los pequeños y medianos, delegan no sola esta responsabilidad, sino muchas otras a una sola persona (la gestión de planillas, el pago de tributos, la administración, etc.) y no les proveen las herramientas necesarias para desempeñarse. Si esto sucede se corre el riesgo de que cada área no sea atendida como se debe, lo que afectaría el crecimiento económico del negocio.
En este contexto tercerizar la contabilidad del ejemplo, le permitiría al restaurante tener un mejor control de sus asuntos contables y saber, en base a información contable real y verificada, su solvencia, capacidad de inversión, recursos, etc.
Diferencias entre tercerizar servicios y contratar trabajadores
Es importante mencionar, en este punto que tercerizar servicios no es lo mismo que contratar trabajadores que se encarguen de tareas específicas de forma independiente o dependiente.
Es decir no es que al contratar outsourcing estamos pagándole a una empresa para que nos provea de personal bajo nuestro mandato y responsabilidad, sino que lo que hacemos es pagarle a la compañía de outsourcing para que cumpla con uno o varios servicios específicos. En el caso del outsourcing contable, podemos contratar a una empresa que se encargue de ver todos los aspectos contables de un negocio, como tan solo aspectos puntuales, en este último caso, si le solicitamos una auditoría contable, no podemos esperar que realice otras tareas como la gestión de planillas, declaración de impuestos, etc.